domingo, 30 de agosto de 2015

ERASE UNA VEZ UN RECLAMO TURQUESA.




Ya han sobrepasado el mes y aún no hay solución. Cómo no sentir tristeza por esta situación si hoy entre frío y tinieblas luce caótico las áreas de ESSALUD.
Cómo no dedicarle unos minutos de mi tiempo para poder decir mi verdad, verdad que me hace sentir en agonía cuando veo que incansables y sin ser comprendidas salen por las calles, han dejado sus pacientes en espera, exponen su integridad, exponen su salud y la autoridad a quien le compete solucionar este problema solo quieres hacernos pensar que las enfermeras no tienen la razón.

No podría dedicar estas líneas si no hubiera visto el constante sacrificio de dos hermanas enfermeras que con vocación eligieron esta profesión.
Cada día que veo pasajes muy conmovedores de la huelga turquesa, viene a mi memoria el trabajo incansable de mi padre, el trabajo sacrificado de mi madre, el apoyo constante de los hermanos, los consejos de mi padre que solo estudiando se dejará la mediocridad?.
Recuerdo que para ingresar a la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), mis hermanas tenían que sacar del camino a 20 postulantes para poder tener una vacante, recuerdo que eran ya las tres de la mañana y mis hermanas estaban en la sala cubiertas con una mantita estudiando mucho y esperar que llegue las siete de la mañana para salir a la academia y seguir con su preparación. Recuerdo a mi madre con su buen desayuno llevándole y pidiéndolas que hagan un alto y primero sus alimentos. Cuánto por recordar, cuánto sacrificio para llegar a su meta. Cuando ingresaron a la UNT, día maravilloso para toda la familia, día increíble para mis padres en primer lugar, día de tranquilidad para mis hermanas pues ya su destino estaba dicho.

Ya de estudiantes empezó aún lo más fuerte: salir muy temprano a estudiar, permanecer casi todo el día en la universidad, llegar a casa y seguir estudiando, recuerdo que la sala se llenaba de papelotes, de muñecos, de accesorios de enfermería, de amigas compartiendo los trabajos grupales, cuánto sacrificio y gasto de dinero para lograr ser enfermera. Recuerdo también que muy temprano salían con uniforme blanco, otras veces con uniforme azul y casi al final de turquesa, salían con su neceser, muchas veces corriendo y mi madre atrás para hacerles tomar el desayuno, recuerdo también cuando les tocaba práctica en las zonas marginales de Trujillo y tenían que salir a las 5 a.m. para regresar todas polvorientas a las 4 de la tarde. Eso es amor, esa es vocación porque nada les hizo cambiar de idea para seguir adelante con su profesión.

Con la historia que está plasmada en la mente de cada uno, dice  que los cuidados de “enfermería” se volvieron evidentes cuando el hombre pasó de errante a nómade, los cuidados de “enfermería” hicieron que el hombre siga en pie de lucha y siga la evolución, sin estos todo se hubiera extinguido. El instinto maternal, esos cuidados de quienes aman a su prójimo estuvo presente allí y que ahora muchos de nosotros dejamos en las manos de la enfermera.


 Muchísima gente por no decir todo el mundo, cuando tiene un pariente delicado de salud piensa inmediatamente en un hospital, muchas veces creen que dejarlos allá terminó su obligación y empieza el de la enfermera. Es allí cuando las enfermeras están siempre dispuestas a recibirlos como corresponde, ellas son quienes suplen las funciones de muchos casos de hijos, hermanos, tíos, etc,  irresponsables que piensan que por pagar un seguro tienen que olvidarse de su responsabilidad como parientes. Aún más exigen a las enfermeras tanto cuidado, exigen quedarse sin dormir, exigen estar solo frente a uno si tienen cientos por atender; pero todo eso solo las enfermeras lo entienden y trabajan y trabajan por amor a su profesión. Ellas tienen que lidiar día a día con todo tipo de personas, unas que entienden, unas que apoyan con sus pacientes pero la mayoría que hasta las agreden. En fin, allí a pesar de todo, están las enfermeras del Perú.

Pero quién entiende el riesgo a contagio?.  Más aún si pensamos que trabajan en ambientes no saludables como se ha visto estos días en las noticias?. Quién paga ese riesgo a los trabajadores de salud?. Este sería un buen criterio para clasificar si eso le gusta a los que dirigen ESSALUD. Hay estudios estadísticos que deben informar por los casos de muertes por contagio de severas enfermedades en los hospitales del Perú. Es mejor hacer investigación, estar atentos a los buenos ambientes de trabajo y no estar generando el caos por trato desigual ni estar pensando quien vale más.

 Cómo se puede entender las palabras hirientes, con sarcasmo y mal dichas de un profesional que está dirigiendo una de las instituciones más grandes del Perú como es el SINESS?, cómo se puede entender que diga: “… esas de CENECAPE, que solo estudian tres años, que no merecen estar al nivel de otros…”, es muy pobre el pensar de aquella Sra. que dice tan abismal mentira. Esto hace pensar que es una profesional de otros tiempos, ella pertenece al pasado porque actualmente el trabajo es en equipo, nadie es indispensable en un centro cuando se trabaja en coordinación, no se puede esperar que si falta un profesional médico el paciente se muera. Imagínense que pasa en los lugares donde no existen todos los profesionales?, soy testigo de haber visto una enfermera hacer de todo en momentos críticos, en momentos de emergencia, donde la única opción es el trabajo de la enfermera, igual sucedería si un técnico tiene que estar. Aquí todo el personal tiene que ser competente, tiene que capacitarse y sobretodo tiene que ser tratado con IGUALDAD. Si un jefe no tiene ética, es de seguro que el caos institucional se verá venir como está sucediendo con el Seguro Social del Perú.

Un punto es la indicación del médico pero de allí en adelante, en un centro de salud ya sea hospital, posta o clínica, el paciente progresará solo con los cuidados posteriores y esos cuidados lo da el personal de enfermería y el personal técnico. La prolongación de la vida se debe al trabajo en equipo y no solo al de algunos. Con el criterio que tiene la Sra. Baffigo qué se puede esperar de los microbiólogos,  técnicos, de los vigilantes, de los trabajadores de cocina, del personal de limpieza, entre otros?. Un profesional así, lamento mucho dar mi apreciación pero ya no debe estar allí donde está, ni un día más. Ella valora más a los que entregan la medicina, a los que curan los dientes y sub estima a las enfermeras y de hecho a todos los demás. Es un pensamiento del siglo que pasó.
Esta es una muestra de la poca capacidad que tiene la cabeza que dirige el Seguro Social del Perú. Ella está poniendo la cara fea al Perú y eso no es saludable. Las noticias están dando la vuelta al mundo y ella muy tranquila sin ninguna responsabilidad. No está gobernando su casa, está dirigiendo uno de las instituciones más grandes del Perú.
Está claro y comprendido que las enfermeras se sienten ofendidas pues la huelga no es por dinero, es por un trato de igualdad entre profesionales. No se puede estar poniendo niveles cuando lo que debe ser es valorar el espacio de cada profesional. Digo PROFESIONAL porque eso somos todos. Así un reciclador es PROFESIONAL  ESPECIALISTA en lo que hace pues cualquiera no puede hacer tan bien ese trabajo como él. Ahora la que dirige el Seguro Social ha sacado fuego por su boca y tiene que llamar a los bomberos para ayudar a apagar el incendio que provocó después de aún no haber solucionado la petición de las enfermeras de igualdad en el trato.

Está claro que ahora ellas luchan por dignidad, porque han sentido que han menospreciado su carrera, han faltado a sus principios y nada menos por parte de la que dirige ESSALUD. Sólo aquél profesional que solo trabaja sin analizar lo que significa dignidad, que solo trabaja por el dinero, solo aquél que no se identifica con lo que hace puede rendirse o ser tan indiferente a esta grave situación. El Gremio de las Enfermeras (SINESS) ha enseñado lo que significa UNIÓN, lo que significa una lucha pacífica y eso el público lo respeta.
Pensando más allá, el trabajo de la enfermera debe radicar también en la prevención antes  que llegue la enfermedad, diseñar una estrategia de prevención será mejor que luchar contra la enfermedad. Tenemos profesionales médicos en abundancia y sólo falta ubicar a cada uno en el lugar que corresponde, trabajar en equipo, estar en todos los lugares del país, trabajar arduamente en prevenir, en enseñar, concientizar, en encaminar a la gente para velar por su salud porque gran parte, para evitar una enfermedad, está en nuestras manos. No tenemos que envidiar a otros países si aquí lo tenemos todo, solo falta un LÍDER que conduzca el Seguro Social por el camino correcto y digno.

                                                 Lindas profesionales enfermeras.





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